Si me seguís en Snapchat (@SylviaSal) quizás sabéis la odisea que supuso conseguir que el lienzo entrase en casa. A pesar de que vivo en un loft con ventanales inmensos ¡no cabía ni por la ventana! La aventura se solucionó al día siguiente, cuando vino un técnico a desmontar el bastidor y a montar la tela de nuevo. Afortunadamente, todo salió bien :)
El resultado es un cuadro que me llena de energía con solo mirarlo. Cada trazo y cada pincelada tienen un sentido para mi. De hecho, hay brochazos hechos con tanta fuerza que las salpicaduras llegaron hasta el otro lado del salón... Aunque si os digo la verdad, este es uno de los cuadros menos recargados que he pintado hasta el momento. No pinto lo suficientemente a menudo como para tener un estilo definido, o para considerarme una artista. Simplemente he tratado de representar con colores y trazos la manera en que me siento ahora. En este sentido, mi máximo referente es Jean Michel Basquiat, mi pintor contemporáneo predilecto.
Es exactamente lo que quería para decorar mi salón. Hasta ahora habéis visto como mis elecciones en cuanto a muebles eran bastante minimalistas. El motivo no era otro que cederle el protagonismo a esta explosión de color que ahora llena la pared principal de mi salón. Mi idea inicial era partir de una base en 3 colores neutros y claros (blanco, gris claro y madera clara) para que fuese todo mucho más fácil a la hora de combinar los diferentes muebles. A partir de esa base, mi intención es ir añadiendo color con elementos que se puedan quitar y poner, como cuadros, cojines, libros... Y en esto es donde entran en juego todos los tutoriales DIY que estoy haciendo, y los que están por llegar ;)
Medidas: 1,80 x 2,50 m
Técnica: Óleo sobre tela