Un cúter, pintura y alguna prenda de piel, polipiel o vinilo (yo buscaría alguna oportunidad vintage o algo a lo que no le tengas mucho cariño, just in case) es todo lo que necesitas para recrear esta propuesta de Fendi. Es un DIY para valientes, no hay lugar para arrepentimientos ni para manos temblorosas. Eso sí, si lo haces bien, el resultado puede ser espectacular. Yo lo haría de manera más sutil en las mangas de una chaqueta fina, como el ejemplo que veis sobre estas líneas.
Mangas que parecen hechas de ropa reciclada, superposiciones de rotos y deshilachados, vestidos que combinan diferentes lavados de vaquero... El denim patchwork sigue vigente y se mezcla con otras texturas, como la del jacquard o la piel. Podéis ver un ejemplo de un DIY en esta línea aquí.
Marni nos propone utilizar la piel como lienzo sobre el que pintar grandes flores de inspiración japonesa, todo en colores planos resaltados con trazos negros. En realidad son diseños sencillos relativamente fáciles de imitar, podéis ver un ejemplo de un DIY muy similar aquí.
No es que sea la inspiración más destacada de las últimas fashion weeks, pero los accesorios del último desfile Olympia Le-Tan aúnan mi amor por los DIYs con lentejuelas y mi nostalgia Back to School. Y lo siento, pero el cinturón con lápices y el cuello de la camisa me parecen "lo más máximo ever". Si os apetece desarrollar algo así, os recomiendo este tutorial DIY inspirado en Markus Lupfer.
Hasta aquí mi lista de tendencias DIYeables. ¿Y vosotras? ¿Habéis visto alguna inspiración sobre la pasarela que podríamos convertir en un tutorial? ¿Cuál ha sido vuestra favorita?
¡Un besazo!